sábado, 2 de marzo de 2013

Caricias

Suavemente comenzó a besarle. Ambos notaron como el mundo se paraba, sus labios encajaban a la perfección. Ella le acaricia el pelo, él rodea sus caderas, poco a poco la velocidad de sus latidos aumenta.
Ella empieza a apretar su pelo y él empieza a bajar las manos. Ese sentimiento que les une les hace volverse locos, les hace olvidar todo y querer volar juntos. Los besos saben a miel y ella es una golosa...
Los tímidos abrazos se convertían en pasión, y la pasión les hacía perder la cabeza.
La ropa se dejó caer, ellos se dejaron llevar, sus latidos sincronizados marcaron el compás de sus besos.
El amor se vuelve intenso, el roce de su suave piel les produce un cosquilleo en su interior. 
Caricias... caricias entre besos que se convertían en pasión, pasión que les hacía perder la cabeza.
Entonces se encontraron entrelazados bajo las sábanas. Ella con sus ojitos cerrados haciéndose la dormida, mientras pensaba en la perfección de aquel momento. Él observándola con cariño, agarrando su mano, pensando en que jamás amaría a otra mujer como la amaba a ella. Él susurró un te quiero que se dejó llevar suavemente a sus oídos, y aunque ella se hacía la dormida no pudo evitar sonreír un te amo.
Dicen que todo en esta vida es efímero, pero yo sé que hay sentimientos que perduran hasta cuando ya no queda vida.