lunes, 29 de agosto de 2011

Pasar página.

Por fin, después de un verano entero desconectada del mundo entero... he vuelto.
Y la verdad es que este verano ha sido, me atrevería a decir, el mejor de mi vida.
En este verano he vivido momentos únicos, he sentido sensaciones inolvidables, me he sentido feliz de verdad, y a penas he tenido que hacer millones de cosas. Porque cuando te sientes como en casa, cuando te sientes comprendido, cuando te sientes aceptado, cuando te sientes en tu salsa, no hace falta ir al fin del mundo.
Este verano ha sido largo y corto. En este verano he conseguido hacer lo que intentaba desde hace mucho tiempo. Pasar página. Olvidar lo que no me interesa para poder sonreír de una vez. He conocido gente que me ha ayudado a comprender que el mundo no se acaba con lo que ves a tu alrededor. Que las personas van y vienen y que no hay que perder el tiempo con nada ni nadie que no merezca la pena. Que la vida es algo completamente inesperado, que da demasiadas vueltas como para pararse a pensar. Que las mejores cosas aún están por llegar. He vivido momentos que me han ayudado a comprender que puedo ser feliz. Que puedo conseguir lo que me proponga. Que las cosas que veo desde cerca no me dejan ver las que se esconden tras ellas, y que detrás de las cosas malas, siempre habrá alguna buena. Que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. Y después de todo lo que he pasado estos años, después de todo el tiempo perdido, por fin he comprendido. No me importa el pasado. Miro hacia delante y solo veo eso. El presente es lo que sucede ahora, y he comprendido que no debo entretenerme con los fantasmas. Que no debo preocuparme por "las malas personas", porque algún día madurarán, y mientras tanto que les den.
En este verano... han pasado cosas. Me he dado cuenta que no está mal desconectar un poco de vez en cuando, pero sin pasarse. He visto paisajes increíbles y he pisado el Círculo Polar Ártico.
Ahora he vuelto. Pero nada ha terminado, ahora es cuando empieza todo.
Este verano... ¿me he enamorado? No. No me he vuelto a enamorar, la verdad. Porque por fin soy libre de ataduras, de puñales al corazón y de miradas que matan. Soy libre del amor, y la verdad es que ahora que lo soy, soy feliz de verdad. Empiezo a vivir la vida. Noto que he cambiado, noto que todo irá mejor, sí, me siento bien. Ahora que he vuelto empezaré a vivir la vida.
He pasado página por fin, y ahora es cuando empezará la vida a sonreírme. Lo presiento. :)


Marta.